Prologo

Nunca tuve muy claro porque  había dejado que las cosas llegasen a ese nivel en que dar vuelta a atrás era ya imposible, que los errores cometidos ya no tenían solución y que ahora las consecuencias de estos caían sobre mi como rocas afiladas surcando estrechos ríos de sangre sobre la fina piel de mi cuerpo. Y  en estos pensamientos me encontraba cuando algo  tan inesperado como deseado, surgió de lo que parecía ser silencio, para hacerme recordar  que era  yo la que me había puesto en esa horrible situación en la que todo lo acabado vuelve a empezar como una serpiente que se muerde la cola cometiendo siempre los mismos errores dañándose siempre en los mismos sentidos hasta que en una de las ocasiones los daños sean tan fuertes que te lleven a la ya deseada muerte. Pero que hacen que a tu paso dejes un rastro que alguien será incapaz de olvidar, y te hace  seguir luchando por las cosas que ya ni entiendes, si, sin lugar a duda había dejado que esto fuera demasiado lejos.